lunes, 14 de julio de 2008

Casualidades

Temprano en el día de ayer mi compañera dictó sentencia. Con un tono que no dejaba espacio para las dudas dijo: ¨Esta noche en este cuarto se va a ver el Concurso de Miss Universo¨. No hubo miramientos para con mis objeciones de no querer pasarme un domingo en la noche en semejante faena, ni siquiera cuando desmerité la validez de la contienda con la observación de que todas las participantes eran terrestres.

Mientras las jóvenes desfilaban en sus trajes de baño, dependiendo de la nacionalidad de cada participante, lanzaba sendos comentarios. Por ejemplo, cuando pasaba la representante de España, gritaba en voz alta un ¨viva a la Madre Patria¨. Si la que aparecía era la de Colombia, no podía evitar el ¨como me gusta la tierra del Gabo¨. Esto no pudo continuar por mucho tiempo, los pellizcos que seguían a tales exclamaciones de júbilo resultaban muy doloros.

No puedo negar que me lo pasé bien, y que no se piense que la razón fue la caída de la candidata de los Estados Unidos, un matazo de Bush en la ONU ya hubiese sido otra cosa.

Lo que sí me pareció sorprendente fue que el trofeo de Miss Universo (casualidades de la vida), fue disputado en última instancia por las candidatas de Venezuela y Colombia. Dos naciones que hasta hace poco estaban ¨casi de tiros¨, se veían nuevamente cara a cara, esta vez a través de dos beldades que luchaban menos encarnizadamente.

No tardará Chávez en sacarle algo de provecho político y sus opositores a denunciar la compra del trono de la belleza universal con dineros provenientes del petróleo.

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