martes, 15 de julio de 2008

Sólo en Sueños

Otra vez la casa de la Lincoln. Estaba hablando dentro de ella no sé con quién, contándole de aquel día de año nuevo de hace quién sabe cuántos años ya, en que reunidos en esa mañana lluviosa, decidimos jugar pelota. Tíos, primos, sobrinos juntos en aquella enorme rotonda jardín plagada de avispas furiosas, donde el bullicio de los pájaros que iban y venían de aquel árbol que nos cubría con su sombra, nos hacía sentir en una dimensión irreal.

El que me escuchaba en la sala de la casona, no daba a crédito a la magnificencia del lugar del que le hablaba, y yo, a pesar de saber que toda esa cuadra había sido demolida por ¨el progreso¨ hacía muchos años atrás, me asomé para enseñarle el sitio exacto al que me refería. Apenas mi vista identificó en los recuerdos el jardín de aquella casa antigua, una voz que surgía a mi lado me decía ¨que si por favor podía llevar a la niña a su cuarto¨.

Toda la ¨realidad¨ de mi sueño se desmoronó. A regañadientes llevé a Tamara a su habitación, mientras me lamentaba dentro de mí por el mundo que había perdido, por aquel pedazo de existencia al que ya no retornaría, al que no podría abrazar. Nunca sabría a quién diablos le hablaba, ni tenía ninguna certeza de poder visitar otra vez aquella casa hoy día inexistente que todavía está alojada y viva en los vericuetos de mi cerebro. Ya esa madrugada nunca más fue la misma. Cuando volví a la cama, me decía a mí mismo que sería imposible retornar a esa sala enorme llena de huellas del pasado. La suerte estaba echada.

¨Esa patria de los muertos¨ que son los sueños, a la que alguna vez se refirió Octavio Paz, no es más que eso, el espacio del tiempo dónde sólo los muertos son soberanos, y no sólo los de carne y hueso, sino aquellos de cemento que también reclaman su parte de la nostalgia. Son ellos que deciden cuando quieren salir de su rincón escondido en nuestro inconsciente, y decirnos ¨aquí estoy todavía, vivo en tu memoria¨.

5 comentarios:

MariTe DiVa dijo...

Ya se quien eres!!!....yo tambien jugue en esa casa y en ese jardin plagado de avispas......

Wilhelm Storitz dijo...

Que tiempos aquellos!!

Eigna dijo...

Los coralillos y las gallinitas kikiriki, Tía Lourdes preparando limonada, abuela pura roncando de tres a cinco, la pelea por cubrir la segunda base, Leandro escondiéndose debajo de las mesas, Lourdita voceando a todo pulmón "¡¡¡ me picó una mosca !!!" La cara de Danielito cuando tía le puso de cena un huevo de codorniz en un plato y un tenedor de servir. Eugenito, vivo, sonriendo, corriendo.

Quiero volver a ser chiquita.

Wilhelm Storitz dijo...

Hay que mencionar él grito de negación más antiguo de esa casa. En el momento en que se escuchó el estrépito de un adorno desbaratándose contra el suelo, casi al mismo tiempo en que ¨Ita¨ salía de una sala en la que sólo estaba ella, gritando: ¨No fui yo, no fui yo.¨

| Ms.O | dijo...

Hasta Yo se quien eres ahora hahaha
Freco :P